Grant Morrison (31 de enero de 1960), es un guionista de cómics escocés, nacido en Glasgow. Es conocido por su narrativa no lineal y sus inclinaciones a tratar temáticas contraculturales en sus obras. Comenzó su carrera profesional trabajando para publicaciones destinadas a Reino Unido para, de forma progresiva en los primeros años de la década 1990, pasar a enfocar su trabajo en Estados Unidos.
Es conocido por tomar el control de personajes clásicos, reinterpretándolos y relanzándolos con éxito (Animal Man, Doom Patrol, JLA, New X-Men y All-Star Superman, entre otros). Suele compaginar trabajos personales y destinados a un público minoritario, generalmente para el sello editorial Vertigo, con trabajos para personajes famosos e icónicos para grandes editoriales, como Arkham Asylum para Batman, una de sus obras más aclamadas.
Biografía[]
Comenzó a los 16 años escribiendo para editoriales como Thompson en Escocia para pasar luego a la revista 2000 AD escribiendo historias para Judge Dredd y creando la serie de Zenith. Pero no fue hasta 1987 que DC Comics le contrata y su carrera empieza a despegar. Relanza al personaje de Animal Man, convirtiendo a un héroe totalmente desconocido para la mayoría del público en una de las series más aplaudidas de finales de la década 1980.
Fue gracias a este éxito que DC le da la oportunidad de relanzar Doom Patrol, que pese a tener serie propia no parecía saber qué rumbo tomar. Para ello recrea a todos los personajes partiendo de la idea con la que se lanzó la serie durante la década 1960: "Los héroes más extraños del mundo". Así que hizo precisamente eso, convertirlos en los personajes más raros del panorama comiquero. También para DC presenta su peculiar visión de Batman en Arkham Asylum, lo que le supuso el reconocimiento de toda la industria del cómic.
De esta obra, dibujada por el artista Dave McKean, se han vendido más de 500,000 copias en todo el mundo. Asimismo le han hecho ganador de numerosos premios en todo el mundo. Pero quizás la obra más personal sea The Invisibles. En ella demuestra que la revolución y el caos están a la vuelta de la esquina en una batalla constante entre los responsables del status quo y un pequeño grupo que opta por la libertad individual. Debido a la similitud en buena parte de esta obra con la saga Matrix, Morrison tuvo un pequeño enfrentamiento con DC Comics (propiedad de Warner Bros.) por no haber protegido mejor a la obra y a su creador.
En 1997, se encarga de relanzar con gran éxito la serie regular JLA del supergrupo por excelencia de DC, la Liga de la Justicia, minimizando su estilo personal y realizando historias perfectamente clásicas con un enfoque épico. Morrison convirtió a la serie en la más vendida de DC y ganó de nuevo el favor de la crítica profesional.
En el 2000, tras finalizar su etapa en JLA recala en Marvel Comics y realiza dos miniseries para el sello Marvel Knights: Marvel Boy (donde deja bastantes de sus ideas características y ha expresado su deseo de realizar una secuela) y Fantastic Four: 1 2 3 4. Desde mayo de 2001 se encarga de un exitoso relanzamiento de la desgastada serie X-Men en New X-Men, donde realiza uno de sus mejores trabajos hasta la fecha con personajes populares pre-existentes, insuflando nueva savia a unos personajes que llevaban años sin rumbo. En dicha serie se mantuvo desde el número 114 al 154. Tras finalizar su etapa en Marvel regresa a DC, trabajando en diversas series limitadas de la línea Vertigo, como WE3 o Seaguy, ayudando a relanzar todo el Universo DC luego del evento Infinity Crisis y preparando un relanzamiento de la serie de Wildcats, perteneciente al sello Wildstorm propiedad actual de DC.
Etapa con Superman[]
En el año 2005. DC Comics inauguró una nueva línea editorial llamada All-Star Comics. Por supuesto, los dos personajes que la iniciaron fueron los dos pilares de la editorial, Batman y Superman. El primero, de la mano de Frank Miller y Jim Lee, en un serial que nunca llegó a terminar y que demostró que Miller llevaba demasiado tiempo viviendo de las glorias pasadas y que el horror que fue Batman: The Dark Knight Strikes Again no fue fruto de la casualidad; mientra que por otro lado se presentaba al último hijo de Krypton de la mano de Grant Morrison y Frank Quitely, equipo artístico que ya había demostrado sus habilidades como tándem artístico en cómics tan interesantes y fundamentales como The Invisibles, Flex Mentallo o New X-Men.
Lo que consiguieron estos dos autores fue el relato de Superman definitivo. Tan definitivo, que el único relato que le puede mirar en igualdad de condiciones (y en algunos aspectos por encima del hombro) es Whatever Happened to the Man of Tomorrow? de Alan Moore. Al igual que este último, All-Star Superman es la historia final del Hombre de Acero. Y no solo la última, sino también la definitiva.
Morrison adora a los héroes del cómic, no solo como personajes de mundos ficticios, sino también como iconos y leyendas que han traspasado las barreras de la tinta y el papel. Pero no solo eso, también es un escritor que viene con la lección aprendida (al igual que en su polémica y reivindicable etapa al frente de Batman), sabiendo aunar los más de 76 años del personaje en 12 números.
La premisa de la historia es sencilla pero muy potente. Tras una exposición extrema al Sol, Superman está a punto de morir, pero antes de eso debe cumplir 12 tareas, al estilo de los grandes héroes de la mitología, porque para Morrison, Superman es el equivalente de esos héroes mitológicos, pero para las audiencias del siglo XXI.
El recorrido de Morrison alrededor de la historia del personaje no deja nada de lado. Desde contar su origen de la manera más concisa posible (cuatro viñetas, cuatro frases concretas y maravillosas) y una sola página, hasta Lois Lane, su doble identidad, su archienemigo Lex Luthor, Bizarro, Krypto, Smallville o la redacción del Daily Planet.
Pero lo maravilloso es que lo habitual se convierte en novedoso, sin cambiar lo que hace a Superman grandioso. Morrison no re-interpreta a la leyenda porque no le hace falta. Lo que sí que hace es ampliar el scope, utilizando los recursos de la ciencia ficción más inteligente y vanguardista: viajeros temporales, amenazas solares, agujeros negros demoníacos y un sinfín de conceptos que Morrison vomita página a página, demostrando que la imaginación de este hombre es inabarcable.
Por supuesto, la otra mitad del tándem, Frank Quitely, refuerza y engrandece la narrativa de Morrison, en el que quizá es uno de los cómics más bonitos y mejor narrados en lo que lleva del siglo. Su Superman es majestuoso y desprende bondad e inteligencia por todos sus poros, su Clark Kent es entrañable y adorablemente patoso, su Lois Lane es bella e inteligente, su Lex Luthor es un villano más grande que la vida y su reinterpretación de un andrógino Jimmy Olsen, que podría pertenecer a ese grupo de anarquistas del pensamiento que son Los Invisibles, simplemente genial.
Reinicio del Universo DC[]
En junio de 2011, como parte de la renovación masiva de DC Comics de toda su línea de superhéroes, Morrison fue anunciado como el escritor de la nueva Action Comics #1, haciendo equipo con el artista Rags Morales, que marco el regreso de Morrison al personaje de Superman después del final del All-Star Superman.
A lo largo de los 19 números que componen su etapa, Morrison no deja fuera casi ningún elemento clásico: las gafas, la doble identidad, Krypton, Smallville, la Legión de Superhéroes, el Daily Planet, Lana Lang, Lois Lane, Metropolis, Jimmy Olsen, Lex Luthor, la kryptonita... Todo esto está presente en la historia que cuenta Morrison, y además el que tal vez sea el elemento más polémico de la revisión del escoces: el Superman “socialista”. Y es que en sus primeros años Superman lejos de ser el defensor del status quo con el que hoy se asocia su imagen, era un auténtico luchador por los derechos de los ciudadanos. Lo mismo se enfrentaba a un maltratador que a un empresario explotador y su relación con las autoridades dejaba mucho que desear.
Morrison retoma esa idea, con un Superman en jeans que aún no vuela y que desde luego no cuenta en absoluto con la confianza de unas autoridades que le persiguen como a un "perroflauta" cualquiera. Aunque esta representación choca con la imagen de Superman que se ha ido instalando con los años, no es por sí misma una revolución si no una vuelta a los conceptos más básicos del personaje. Donde Morrison si acomete una auténtica revolución es en Clark Kent. Lejos del torpe y tímido periodista de sus inicios y aún más lejos del maduro, seguro de sí mismo e intrépido reportero de los últimos años, el Clark Kent que Morrison muestra es un joven completamente integrado en el siglo XXI versado en el periodismo 2.0 y que al igual que su contrapartida superhéroica busca acabar con las injusticias reales del mundo.
Estilo[]
Grant Morrison suele compaginar trabajos personales y destinados a un público minoritario, generalmente para el sello editorial Vertigo, con trabajos para personajes famosos e icónicos para grandes editoriales, como Arkham Asylum para Batman, una de sus obras más aclamadas.
Gran parte de la fama que Morrison ha alcanzado ha sido gracias a los temas contraculturales tratados en sus obras como el consumo (y abuso) de drogas ilegales, la imaginación, la metaficción, la fantasía, el sexo, la violencia, y un largo etcétera. Muy influenciado por obras de medios muy diversos, que abarcan desde la literatura de Thomas Pynchon a la plástica de Andy Warhol, pasando por las reflexiones sobre los alucinógenos de Terence McKenna o el vudú de Michael Bertiaux.
Enlaces externos[]
- Grant Morrison en DC Database
- Grant Morrison en Wikipedia